¿Quién no ha sentido celos alguna vez? Los celos son una emoción que genera un sentimiento de frustración cuando una persona cree que algo que valora y aprecia le puede estar siendo arrebatado. Está demostrado que los celos distorsionan la percepción visual.
No solo hacia la pareja, desde niños los celos están a la orden del día. Celos cuando nace otro hermanito, celos hacia un hermano si recibe algo que nosotros queremos. Estos celos en general suelen desaparecer y no presentan mayor problema. ¿Pero y cuando los celos se trasforman en patológicos?
Los celos patológicos sin tratamiento pueden ser devastadores para quien lo sufre y su entorno. Detrás de muchas agresiones de violencia de género y crímenes pasionales hay detrás una persona con celos patológicos.
Los celos en las relaciones de pareja
La emoción de los celos se ha visto favorecida por la evolución. Pensemos que en una relación sexual el hombre desea ser él quien logre perpetuar sus propios genes y no otro rival. Así que expresar celos era una forma de salvaguardar que la descendencia propia. Incluso en la naturaleza los animales se pelean por una hembra y a menudo se pierde tiempo y energía en eliminar cualquier amenaza.
En el tema de los celos se asocia más en los hombres al temor a la infidelidad sexual de la mujer, y en las mujeres a la infidelidad emocional o sentimental, (celos que el hombre tenga sentimientos de amor hacia otra mujer).
La diferencia entre unos lo que llamamos “celos” de forma común y los celos patológicos
Celos comunes, la persona se basa en algo real, que ha visto o sentido, no es una elucubración, seguramente le gustaría no sentir lo que siente pero ama y se siente traicionada/o.
Los celos comunes pueden aparecer cuando la persona ha descubierto algún indicio o conducta real de su pareja que la hace temer hay un rival. Si la persona tiene sospechas fundadas de que algo está sucediendo puede aparecer una sensación de desazón y desconfianza. En este caso la persona puede modificar su emoción cuando obtiene nueva información tanto si confirma como descarta estos celos.
Esto le puede ocurrir a cualquier persona es una reacción emocional cuando pensamos la pareja nos está traicionando. Estos celos no son permanentes la persona los siente ante indicios o conductas de la pareja, si una persona siente celos de forma permanente ya indica que puede llegar a sufrir celos patológicos.
Los celos patológicos
Estos celos no se basan generalmente en indicios o conductas reales, sino en pensamientos irracionales de la persona sobre su pareja. Cualquier mirada, gesto o comportamiento de la pareja puede disparar una serie de pensamientos de celos que pueden llevar a la furia y la violencia. La preocupación máxima es una infidelidad sexual de la pareja.
En los celos patológicos la emoción carece de fundamento, los celos solo existen en la ficción. El celoso patológico o la celosa patológica vive en este caso una realidad alternativa interpretando cosas sin que tengan nada que ver con la realidad. En este caso la persona no modificas sus celos a pesar de los intentos de su pareja por demostrar no existe rival alguno.
Cualquier acontecimiento irrelevante puede llevar al celoso patológico a desencadenar una escena de celos, donde la persona celosa acusará a la pareja de infidelidad a pesar de no existir prueba alguna.
Psicopatología y diagnostico
Los celos morbosos se asocian con cuatros características según Mullen (1990)
1- La persona sufre previamente un trastorno mental
2- La enfermedad subyace o se ha desencadenado con los celos
3- Los celos patológicos están muy relacionados con la enfermedad o trastorno que padece la persona.
4- Los celos no tienen ninguna base con la realidad
Muchos autores equiparan los celos patológicos con el delirio. Los delirios son una conclusión errónea de la realidad con base patológica. La perspectiva del paciente no cambia a pesar de pruebas o correcciones. En el delirio celotípico el sujeto trasforma en su mente su relación en un triángulo y se monta toda una película ajena a la realidad. Como se cree su propia película acusa sentimientos de frustración, ira, venganza. Se siente burlado y abandonado.
La persona está inquieta vigilante, con rasgos paranoicos trata de descubrir pruebas o indicios en cualquier lado. El mismo llega a sus propias conclusiones, da igual lo que la pareja pueda decir. Incluso puede alterar sus propios recuerdos para confirmar sus sospechas.
El celoso patológico o la celosa patológica puede actuar de forma imprevisible llevado por la ira. Espiar a la pareja, seguirle, encargar vigilancia, escarbar entre sus pertenencias. Acusarle constantemente. Insultos y malos tratos psicológicos son frecuentes, y también agresiones físicas que en los casos más extremos acaban con la vida de la pareja, de los hijos y en muchos casos con el suicidio del agresor.
Si se da el caso, busca ayuda...
No hay comentarios:
Publicar un comentario